Sequedad vaginal
Es uno de los problemas femeninos más frecuentes en las mujeres de 35 años o más y deteriora gravemente su calidad de vida.
La sequedad vaginal, el ardor, el dolor durante las relaciones sexuales y las molestias recurrentes —como la cistitis o las infecciones frecuentes— son síntomas comunes de una condición llamada vaginitis atrófica o atrofia vaginal. Aunque muchas veces se asocia exclusivamente a la menopausia, esta afección puede aparecer en distintas etapas de la vida de la mujer, incluso en edades tempranas. Lamentablemente, sigue siendo un tema del que poco se habla, a pesar de su fuerte impacto en la calidad de vida, la intimidad y las relaciones de pareja.
¿Por qué se sufre de sequedad vaginal?
La sequedad vaginal ocurre cuando hay una disminución en la lubricación natural de la vagina, y puede deberse a varios factores, tanto hormonales como no hormonales. Algunas de las causas más comunes incluyen:
Cambios hormonales
- Menopausia y perimenopausia: durante esta etapa, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que afecta la producción de lubricación vaginal.
- Postparto y lactancia: los cambios hormonales tras el parto y durante la lactancia también pueden generar sequedad.
- Uso de anticonceptivos hormonales (especialmente aquellos con dosis bajas o solo progestágeno).
- Tratamientos oncológicos: como la quimioterapia, radioterapia pélvica o tratamientos hormonales para el cáncer de mama, pueden afectar la producción hormonal y, con ello, la lubricación.
Factores médicos y medicamentos
- Enfermedades autoinmunes (como el síndrome de Sjögren).
- Diabetes, que puede alterar la mucosa vaginal.
- Medicamentos: antidepresivos, antihistamínicos, algunos medicamentos para la presión arterial y otros tratamientos también pueden afectar la hidratación de los tejidos.
Factores emocionales o de estilo de vida
- Estrés, ansiedad o depresión, que pueden interferir con el deseo sexual y la lubricación.
- Falta de estimulación sexual, que impide la producción de lubricación natural.
- Uso de jabones agresivos, duchas vaginales o productos de higiene íntima inadecuados, que alteran el pH vaginal.
Síntomas
- Sequedad vaginal
- Ardor o escozor
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Cistitis de repetición o infecciones urinarias frecuentes
- Picazón o molestias en la zona íntima
- Irritación o sensación de tirantez
- Disminución de la lubricación natural
Conclusión
La atrofia vaginal es una condición frecuente pero muchas veces invisibilizada, que puede afectar profundamente el bienestar físico, emocional y sexual de la mujer. Lo importante es saber que existen soluciones efectivas y seguras, que permiten recuperar la salud vaginal, mejorar la calidad de vida y volver a disfrutar sin molestias. Hablar del tema con un profesional es el primer paso hacia el bienestar íntimo.
Cómo se Resuelve
El tratamiento de la atrofia vaginal tiene como objetivo restaurar la salud y funcionalidad del tejido vaginal, promoviendo una mucosa más hidratada, firme y elástica.
Una de las soluciones más innovadoras es Morpheus V8, un tratamiento de radiofrecuencia fraccionada con microagujas, especialmente diseñado para la mucosa vaginal. Su tecnología estimula la producción de colágeno y elastina, ayudando a regenerar el tejido desde adentro.