La incontinencia urinaria es uno de los trastornos más frecuentes en mujeres mayores de 35 años y, sin embargo, continúa siendo un tema del que se habla poco. Esta condición puede afectar de forma significativa la calidad de vida, impactando en la autoestima, las relaciones personales y la vida social. Aunque muchas la consideran una consecuencia natural del paso del tiempo, es un problema médico que tiene solución y merece ser abordado sin tabúes.

 

¿Por qué se sufre incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, y puede tener múltiples causas, dependiendo del tipo y de las condiciones de salud de cada persona. Es mucho más común de lo que se cree, especialmente en mujeres, y no es una consecuencia inevitable del paso del tiempo, aunque la edad puede influir.

 

Tipos de incontinencia más comunes en mujeres:

• Incontinencia urinaria de esfuerzo: se produce al toser, reír, estornudar, hacer ejercicio o levantar peso. Es la más común en mujeres.
• Incontinencia urinaria de urgencia (vejiga hiperactiva): hay una necesidad urgente y repentina de orinar, muchas veces sin poder llegar al baño a tiempo.
• Incontinencia mixta: combinación de los dos tipos anteriores.

 

Principales causas de incontinencia urinaria:

El debilitamiento de los músculos que sostienen la vejiga, la uretra y otros órganos pélvicos puede generar escapes de orina.

Suele deberse a:

• Embarazo y parto vaginal
• Menopausia (por la caída de estrógenos)
• Cirugías ginecológicas
• El paso del tiempo
  

 

Otros factores que pueden influir:

• Obesidad
• Estreñimiento crónico
• Consumo de ciertos medicamentos
• Infecciones urinarias frecuentes
• Trastornos neurológicos (como Parkinson, esclerosis múltiple, lesiones medulares)

  

Síntomas

• Pérdidas involuntarias de orina al reír, estornudar, toser o levantar peso (incontinencia de esfuerzo).
• Sensación repentina y urgente de orinar sin poder llegar a tiempo al baño (incontinencia de urgencia).
• Combinación de ambos tipos (incontinencia mixta).
• Goteo constante o pérdidas cuando la vejiga está muy llena (por causas neurológicas).
• Malestar emocional, vergüenza, ansiedad o retraimiento social a causa del trastorno.

  

Conclusión

La incontinencia urinaria no debe normalizarse ni tolerarse como parte del proceso de envejecimiento o el posparto. Es un trastorno tratable que puede mejorar notablemente con las herramientas adecuadas. Tecnologías como VTONE están revolucionando la forma en que se aborda esta condición, permitiendo a miles de mujeres recuperar el control, la seguridad y su bienestar diario. 

Hablarlo y tratarlo al sentir los primeros síntomas evita la necesidad de cirugía y es el primer paso hacia una vida plena y sin limitaciones.